Ella es inimaginable, etérea, sublime… Es una guerrera formidable, Más por necesidad que por placer, Una flor creciendo en un campo de batalla Ella es la inmensidad de un atardecer Siempre tan lejana, majestuosa Tan hermosa y distante Tan ajena de defectos, inalcanzable Ella es la esencia de la música La mejor pieza del mejor compositor La ferocidad de Rachmaninoff Las caricias de Chopin Ella es fuego y agua, Tierra y luz La paz después de la tormenta La tormenta misma… Se sabe a sí misma soldado Está armada hasta los dientes Y se defiende con su sonrisa Dama de acero, fuego inextinguible Cordillera de máscaras para la sociedad Corazón guardado bajo llave Con el mejor custodio en puerta... la soledad. Me gusta porque no se le nota que está rota Porque de valientes es recoger sus pedazos y armarse solos Porque aún con el alma en cenizas, intenta explicarte que es el amor Mi plan no era más allá de ordinario No eran flores todos los días, más bien, Hacerle sentir la primavera en su interior Dar razones para creer en el amor Con vista panorámica desde la banqueta Hacer una amistad eterna con sólo un toque de pasión Y regalarle dos “te quiero” uno para ella y otro para siempre Pero ella es inimaginable, etérea, sublime… Es una obra de arte que no todos entienden Pero quien la entienda, no la olvidará jamás No mide más de 1.60 Más su mente es infinita Es fuego y agua, Tierra y luz… Ella es magia en movimiento Ella es paz y fuerza Ella es perfecta… Perfecta para alguien que a su definición No sé si soy yo...